Translated title of the contribution | Guidelines on the diagnosis and management of pericardial diseases. Executive summary |
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Original language | Spanish |
Pages (from-to) | 1090-1114 |
Number of pages | 25 |
Journal | Revista Espanola de Cardiologia |
Volume | 57 |
Issue number | 11 |
DOIs | |
State | Published - Nov 2004 |
Bibliographical note
Funding Information:La tinción de Gram del líquido pericárdico tiene una sensibilidad del 99%, pero una especificidad de sólo un 38% para la exclusión de infección en comparación con la realización de cultivos14. La combinación de antígeno epitelial de membrana, CEA y tinción inmunohistoquímica para la vimentina puede ser útil para distinguir las células reactivas mesoteliales del adenocarcinoma101.
Funding Information:
Grupo de Trabajo para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades del Pericardio de la Sociedad Europea de Cardiología
Funding Information:
El término quilopericardio se refiere a la comuni-cación entre el saco pericárdico y el conducto toráci-co como resultado de una afección congénita, un traumatismo o la complicación de una intervención quirúrgica a corazón abierto221, linfangiomas medias- tínicos, hamartomas linfangiomatosos, linfangiecta-sias y obstrucción o anomalías del conducto toráci-co222. La infección, el taponamiento o la constricción pueden agravar el pronóstico223. El líquido pericárdi-co es estéril, inodoro y opalescente, con apariencia de líquido lechoso y con el hallazgo microscópico de gotitas de grasa. La naturaleza quilosa del líquido se confirma con su reacción alcalina con una densidad específica entre 1.010 y 1.021224,225, la tinción de Su-dán III para la grasa y las altas concentraciones de triglicéridos (5-50 g/l) y proteínas (22-60 g/l). La TC, sola o asociada a linfografía, puede identificar no sólo la localización del conducto torácico, sino tam-bién su conexión linfática con el pericardio227. El tra-tamiento depende de la etiología y la cantidad de acumulación228 de líquido quiloso. El quilopericardio después de una cirugía torácica o cardíaca se trata preferiblemente con pericardiocentesis y dieta (tri-glicéridos de cadena media)229,230. Si se sigue pro-duciendo líquido quiloso, es imprescindible realizar tratamiento quirúrgico (nivel de evidencia B, indi-cación de clase I). Cuando el tratamiento conservador y la pericardiocentesis fallan, se puede considerar una ventana pericardio-peritoneal como opción razo-nable231,232. Como alternativa, si se ha localizado ade-cuadamente el conducto torácico, se puede optar por su transección y ligadura por debajo del diafragma, que es el tratamiento más eficaz233. En el caso del quilopericardio secundario a otra entidad, se realizará el tratamiento de la enfermedad primaria.
Funding
La tinción de Gram del líquido pericárdico tiene una sensibilidad del 99%, pero una especificidad de sólo un 38% para la exclusión de infección en comparación con la realización de cultivos14. La combinación de antígeno epitelial de membrana, CEA y tinción inmunohistoquímica para la vimentina puede ser útil para distinguir las células reactivas mesoteliales del adenocarcinoma101. Grupo de Trabajo para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades del Pericardio de la Sociedad Europea de Cardiología El término quilopericardio se refiere a la comuni-cación entre el saco pericárdico y el conducto toráci-co como resultado de una afección congénita, un traumatismo o la complicación de una intervención quirúrgica a corazón abierto221, linfangiomas medias- tínicos, hamartomas linfangiomatosos, linfangiecta-sias y obstrucción o anomalías del conducto toráci-co222. La infección, el taponamiento o la constricción pueden agravar el pronóstico223. El líquido pericárdi-co es estéril, inodoro y opalescente, con apariencia de líquido lechoso y con el hallazgo microscópico de gotitas de grasa. La naturaleza quilosa del líquido se confirma con su reacción alcalina con una densidad específica entre 1.010 y 1.021224,225, la tinción de Su-dán III para la grasa y las altas concentraciones de triglicéridos (5-50 g/l) y proteínas (22-60 g/l). La TC, sola o asociada a linfografía, puede identificar no sólo la localización del conducto torácico, sino tam-bién su conexión linfática con el pericardio227. El tra-tamiento depende de la etiología y la cantidad de acumulación228 de líquido quiloso. El quilopericardio después de una cirugía torácica o cardíaca se trata preferiblemente con pericardiocentesis y dieta (tri-glicéridos de cadena media)229,230. Si se sigue pro-duciendo líquido quiloso, es imprescindible realizar tratamiento quirúrgico (nivel de evidencia B, indi-cación de clase I). Cuando el tratamiento conservador y la pericardiocentesis fallan, se puede considerar una ventana pericardio-peritoneal como opción razo-nable231,232. Como alternativa, si se ha localizado ade-cuadamente el conducto torácico, se puede optar por su transección y ligadura por debajo del diafragma, que es el tratamiento más eficaz233. En el caso del quilopericardio secundario a otra entidad, se realizará el tratamiento de la enfermedad primaria.
Funders | Funder number |
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California Earthquake Authority | adenocarcinoma101 |
Sociedad Española de Cardiología | |
Institute of Infection and Immunity |